miércoles, 1 de julio de 2015

Internet, a las cosas

Hace mucho frío y es tarde. Valentino regresa tarde de un asado con amigos y no tiene ganas de bajarse del auto a abrir el portón. Solo quiere llegar a su casa y que esté calentita. El barrio no es muy seguro y sería  mejor que las luces del comedor estuvieran encendidas cuando entre. Cinco cuadras antes de llegar se detiene en una estación de servicio.Desde su Smartphone se conecta a la web de su proveedor de internet y desde un software le ordena a los sensores instalados en su vivienda que dentro de 5 minutos se abra el portón, se encienda las luces y suba la llama del calefactor. Cuando Valentino llega todo está en orden y sin necesidad de haberlo programado previamente.
Si bien no es común todavía, todo ese relato de ciencia ficción ya es posible, por lo menos en potencia. Se llama Internet de las Cosas (IOT en inglés Internet of Things) y es la posibilidad de conectar diversos aparatos entre sí a través de internet.
Esa tecnología no solo sirve para facilitar la vida hogareña. Su mayor potencial está en el comercio,  la industria y las finanzas. El banco la Caixa de Brasil gastaba 800 millones de dólares al año solo para abrir sus5000 sucursales. En ese monto estaba involucrado el costo de los custodios del gerente que con la clásica llave debía abrir las puertas de la sucursal para empezar a trabajar. Instaló un sistema de IOT y ahora el gerente va solo, apoya su pulgar en un sensor biométrico, una cámara de seguridad lo identifica, pasa la tarjeta magnética por la puerta y esta se abre. El dato que genera esa operación se acumula en un servidor y está disponible en tiempo real para que el directivo encargado del asunto pueda tomar decisiones en tiempo real. Así funcionan también las smart cityes (ciudades inteligentes). En estas ciudades super urbanizadas las luces de los semáforos ya no están encendidas durante un tiempo fijo. Se activan y desactivan en función del flujo del tránsito, evitando las colas y los embotellamientos. Todo esto es posible gracias a la Internet de las cosas.
Este sistema adelanta un casillero a la domótica, un sistema a través del cual también es posible automatizar procesos pero donde los sensores están desconectados entre sí y, muchas veces, cada uno comandado por una interfaz distinta. La Internet de las cosas permite centralizar el funcionamiento y la información que de ella emana en un solo servidor y por lo tanto estar disponible en tiempo real para el usuario.
Su funcionamiento es muy sencillo y ya empieza a verse como una nueva oportunidad de negocios para los proveedores de acceso a internet. Se necesita un grupo de sensores conectados a una placa de control conectada, a su vez,  al proveedor de internet que ofrece el software para que el usuario pueda manejar el proceso desde cualquier dispositivo (un teléfono inteligente, una tablet o una pc de escritorio). De esta forma el proveedor de internet genera ingresos no solo por el cobro del abono mensual sino también por este servicio adicional que le agrega valor a la conexión. Y para el abonado no es mucho más caro.
También es una oportunidad de negocios para los operadores de Tv por cable. Las estadísticas muestran como las nuevas generaciones de usuarios utilizan cada vez menos la televisión y más la internet para acceder al contenido audiovisual. Esto comenzó a impactar en los operadores de cable con una merma en las conexiones de televisión y un alza en las conexiones de internet. Los grandes operadores de cable compensaron esta merma ofreciendo también el servicio de conexión a internet. Esto significó una gran inversión en la renovación de la tecnología (fibra óptica, cambio de software y hardware, etc.). Pero no todos los cableros, sobre todos los más chicos, están en condiciones económicas  de reconvertirse en prestadores de servicio de acceso a internet. El mayor acceso audiovisual a través de internet (lo que se conoce como OTT, servicios Over-The-Top)también es un problema para los prestadores de internet que ven pasar de largo un negocio, el de los proveedores de contenido, Netflix o YouTube por ejemplo, que usan su red para emitir sus contenidos y generar ganancias sin que ellos vean un peso. Para esos dos casos la OTT es una oportunidad. Por caso,los canales de cable podrían emitir sus producciones también por internet y así fidelizar clientes o generar ganancias por la venta de publicidad.

Todo el equipamiento necesario para ingresar al mundo de la IOT ya se produce en Argentina a través de una empresa de origen nacional (EXO) y fue presentado el jueves en el Encuentro Regional de Telecomunicaciones  que se realizó durante tres días en Rosario ante un auditorio repleto de operadores de tv por cable y proveedores de internet ávidos de agregar valor al negocio que deberá reconvertirse para seguir siendo viable en los próximos años. Era tanto el interés por encontrar oportunidades que a uno de los presentes se lo escuchó citar a Ortega con una humorada : “Internet, a las cosas”.

sábado, 23 de mayo de 2015

Señor Sauce

El bosquecito en el que viven tiene plantas de todo tipo. Plantas autóctonas, talas,espinillos,aguaribais, curupíes, enrredaderas, y otras plantadas por los hombres,como los ombúes y los palos borrachos. No estaba seguro donde ubicar al sauce. El sauce crece en los lugares con mucha agua y ayuda a conservar las islas. Pero no sabía si era una especie autóctona o había sido transplantada. Los baquianos decía que el sauce no era una planta que siempre hubiera estado ahí. Unos gringos lo había traído. A lo mejor Sarmiento, que también trajo a los gorriones y a los paraísos. Lo cierto es que si no era de ahí se había adaptado a la perfección y ahora servía para amortiguar los dolores de cabeza y para sostener las islas que no se las lleve la creciente.
A la noche con luna el sauce proyectaba una sombra fantasmagórica en la pared del rancho. Una imagen de cabellera loca que servía de espantaespíritus. El espíritu de la tristeza, de la desilusión y de la maldad. Pero no servía para espantar el espíritu de la lejanía entre la gente que era el penar de los paisanos.
Los paisanos eran muy reservados, hablaban poco y especulaban mucho. Creían saber interpretar las frases, los gestos, las poses ajenas. Y se sentían tan seguro de su hermenéutica que jamás repreguntaban y así, encerrados en sus convicciones, casi siempre erróneas, se iban formando una imagen del otro y de los otro que casi nunca coincidía palmo a palmo con la realidad. Vivían pensando que aquel había querido decir tal cosa o suponiendo que ese ademán era señal de tal otra y por lo tanto no valía la pena tomar tal camino porque indefectiblemente llevaría a un lugar equivocado.
Habitaban entonces una cosmogonía paralela a la material. El paisano que vivía a 300 metros no pescaba nunca en las cercanías del remanso porque había creído entender que su vecino, con un gesto o una frase dubitativa, le había confirmado que ese lugar era de su exclusividad y que lo defendería. Otro jamás iba a la casa de su cuñado cerca de las siete porque una vez, hace tiempo, creyó entender que él le informó, fehacientemente, con una frase tirada al azar y que no conectaba con el devenir de la charla, que era la hora de encender el  fuego para la comida que a veces solo alcanzaba para él y su señora cuando la pesca había sido pobre, cuando en realidad lo que había querido decir con esa frase alegórica era que aumentando una papas de su quinta al chupín podría comer los tres tranquilos.
A él y su esposa le costó bastante entender ese prejuicioso funcionamiento. Ellos se habían criado con un lenguaje mas directo, con escasas metáforas, pocos sobreentendidos, pocas supersticiones, pocas suspicacias, mucho más pobre que el de sus actuales vecinos. Para ellos un pájaro azulado cantando en el amanecer era un segmento de felicidad momentánea que era reemplazada rápidamente por el aroma de la leña que se quemaba en el brasero para preparar el mate.Quedaba grabada, si, esa sensación y era recuperada, por decir, a la tarde en medio de una charla. Pero jamás pasaba de ser una sensación. Pero para los otros no solo no era una sensación, sino que era un presagio, una revelación, que motivaba acciones futuras.
Hasta que él y su esposa comprendieron el mecanismo debieron padecer pequeños disgustos, alteraciones que le indicaron que lo más peligroso ahí no eran las víboras, como les había dicho Santangelo. La vida natural, paradógicamente, estaba mucho más codificada que la urbana y que era necesario andar con más cuidado ya que los vecinos eran pocos y una enemistad podría significar el exilio.
Fue durante ese purgatorio que los paisanos lo bautizaron Señor Sauce.
continuará....