sábado, 19 de octubre de 2013

Puré García.

Con Puré hicimos la secundaria. Este es un dato crucial en esta nota cargada de subjetividad y admiración. Porque en la secundaria recibimos todas las marcas de lo que seríamos. En la secundaria ya somos en germen, solo que todavía no lo sabemos. Por eso volvemos siempre a ese lugar, volvemos en música, en anécdotas, en apodos, en deja vu, a buscarnos, a tratar de saber que fuimos para entender que somos. 

La secundaria en la que recuerdo a Puré (en la lista figuraba como Aurelio García) pasó en el Colegio Don Bosco de la ciudad de San Nicolás de los Arroyos. Miren las pinturas de Puré (que por aquella época era Pure'x) y entenderán como fue su paso por ese colegio religioso.

Mis padres cordobeses me anotaron en ese colegio por la religión. Algunas personas tienden a creer que la educación religiosa forma mejores personas. Son las mismas que creen que los deportistas son personas sanas. Pero bueno, pasé 12 años ahí. Y si no fuera por ese paso no hubiera conocido personas como Aurelio o Hernán Molina de Castro, esos  artistas  geniales.

La nota la hice en la galería darkhaus de Rosario. 



Para completar la nota le hice unas preguntas por mail. 

¿Que hay de San Nicolás en esta muestra y en tu obra en general?

Intento recordar qué había en mi cabeza durante mi infancia y adolescencia y muy temprana juventud. Cómo percibía yo las cosas en la época de Videla & Co. Qué cosas veía. Qué cosas me gustaban. Cuáles me volaban la cabeza. Qué cosas me eran gratas pero no me planteaba demasiadas preguntas al respecto. Qué no me gustaba, qué odiaba. Qué símbolos respetaba y qué símbolos detestaba. En qué creía y en qué no. Qué música escuchaba y cuál de toda esa sigo escuchando hoy. Cuál redescubro y cuál jamás se fue. Cuánto efectivamente he canbiado de tiempo, de amor, de música, de ideas, de color y de fronteras. Cuanto en sí no ha cambiado.
¿Qué queda o que hay de todo eso en las pinturas que hago, en el conjunto de cosas? Muchas, pero radicalmente transmutadas. Queda el rock, queda cierta costumbre por la rebeldía. Queda mucha estupidez adolescente. No queda un recuerdo nítido de San Nicolás. No hay un testimonio figurativo, una imagen que dé cuenta de San Nicolás. Como tampoco lo hay de Rosario ni de Valencia ni de Bariloche. Pero de todo hay ecos. De todo hay huellas en el mar.

.¿Cuanto hay de tu paso por el Bon Bosco en tu obra?

Esta pregunta va en la misma dirección que la primera, pero acerca la lupa al Colegio Don Bosco de San Nicolás, primera Casa Salesiana de América. El lugar donde pasé doce años de mi vida, todos siendo compañero tuyo. Pasé gran parte de mi infancia, pubertad y adolescencia. Miles y miles de horas en ese lugar. Un lugar que supo brillar en el pasado y que para nuestras épocas mostraba un triste desapego por sí mismo como lugar. Recuerdo que dibujar no estaba bien visto y que había que esconderse y que más de una vez tuve problemas con eso. Molina también los tenía o los teníamos juntos. Yo creo que esa suerte de proscripción terminó siendo un estímulo. 
Concretamente, en algunas de mis pinturas de hace algún tiempo aparece el patrón decorativo del piso de gres de la iglesia del colegio que es una iglesia divina. Es una belleza con los frescos, las estatuas y los mármoles made in Italy. Varios cuadros tienen esa trama de arte óptico que me colgaba mirando fijo mientras la misa. Creo que muchos hacíamos eso de mirar el piso de cuadraditos. Durante un tiempo los usé en unos cuantos cuadros, funcionaban casi tan bien como en la iglesia.

¿Que relación podés establecer entre peronismo y arte?

El peronismo y el arte. Es una pregunta muy difícil de contestar para mi. El peronismo clásico de Evita y de Perón es un conjunto muy complejo de cosas, con una estética propia. Un modo, un estilo que entra por la vista. Un concierto de retratos oficiales y populares, una manera de hacer edificios públicos, una majestad que no han tenido otros movimientos ni otras fases posteriores del peronismo. El peronismo clásico tiene un aura, una mística que lo pone en un plano digamos con comillas sobrenatural... mágico, indestructible. No soy capaz de precisar qué relación tiene con el arte, pero sí puedo decir qué relación tiene con mi pintura. Fascinación. Una imagen de Perón o de Evita o de ambos está llena de significados, de voces, de historias, de vidas propias y ajenas. Son como un aleph. Condensan dentro de sí universos. Y eso me provoca, me incita a trabajar con ellos, a manipularlos, a llevarlos de viaje por lugares poco habituales.

¿Cual es la imagen de la religión y de la política que transmiten tus obras, una imagen represiva (u opresiva)  o liberadora?

Todas. Opresiva, liberadora, hipnótica, surrealista, contradictoria, familiar, extraña. Transmiten una cierta inquietud, una lágrima de payaso.

El humor es una constante en tus obras. ¿Es una forma de ironizar el acartonamiento de la vida social argentina?



La ironía o la parodia o el homenaje ácido son parte de mi lenguaje cotidiano. Son mi vida. Me cuesta tomarme las cosas en serio. Salvo el dolor o la angustia ajenos. Sobre lo demás suelo tener una mirada irónica. Es el inconformismo de siempre. Todo tiene su costado absurdo, sus costuras, sus piolines a la vista. Su lado Woody Allen.  En cuanto a la argentinidad, al contrario, la siento en general demasiado desacartonada, demasiado en ojotas. Acartonados quedan pocos y casi que resultan encantadores. Lo que sí hay, como en todos lados, es una tremenda hipocresía y un tremendo egoísmo en casi todos los ámbitos. Un poco del inconformismo que hay en lo que pinto sale de ese sentimiento. Y además amo el humor, amo los gags. No concibo lo que hago sin una cuota importante, sustancial, de humor. Porque me encanta y porque me parece un arma tremendamente punzante capaz de encontrar  y señalar las grietas de cualquier cosa.

¿ Cuales son tus influencias a la hora de pintar.? ¿En que estilo, movimiento o tendencia te ubicarías?

Sería una larga lista de cosas. Las influencias miles, lo que más me gusta de lo que he visto hasta ahora. Influencias provenientes del mundo del arte o de donde sea. Tuve en un momento una influencia muy fuerte y directa de la pintura y escultura barroca-colonial, las pinturas religiosas de Cuzco, de Potosí y demás. De eso queda el decorativismo, el tratamiento preciosista de los planos. La cosa glam que busco que haya en lo que hago proviene de ahí. 
Jorge De La Vega, el pintor argentino, genio absoluto de los 60, Antonio Berni, Juan Pablo Renzi o Emilio Torti, entre los argentinos y luego el Bosco, Velázquez, Magritte, Mondrian, Lichtenstein, Klimt, Hundertwasser, entre muchos otros en el mundo y en el tiempo. 
Ubicarse en un estilo hoy es difícil. El arte está atomizado en miles de tendencias y disciplinas. Yo me puedo definir, o trato de situarme, en una tradición que tiene que ver con el barroco, el surrealismo, el pop, la abstracción geométrica, el op, el cartelismo de propaganda de los '30, la ilustraci´n científica del siglo XIX, las vanguardias de principios del XX... otro montón de cosas. Un combo estilístico peligrosamente indefinido. Algunos reduccionistas me acusan de pop y yo no tengo muchos argumentos para oponer a esa afirmación. Aunque la idea de pop está inevitablemente ligada a los 60 y lo que yo hago no tiene esa impronta, no apunta a los 60, apunta para muchos lados. Sobre todo me considero un pintor. Quiero hacer pinturas hasta que me muera.

Me impactó lo poco que sabía sobre su vida post secundaria, sobre todo su paso por España y le escribi "Las respuestas me sirven porque son muy funcionales a lo que estoy escribiendo acerca de mi mirada sobre tus pinturas. No soy critico de arte, ni siquiera se mucho de eso. Escribo sobre lo que me pasa a mi cuando me expongo a ciertas cosas y tus pinturas (por decirlo con un termino bastante pelotudo), me movilizan. Solo me falta un dato. Porque te fuiste a Valencia y que hiciste allá (lo artístico y el resto, si también cuenta) y porque volviste?"

Respuesta: Valencia. Valencia en realidad es una parte, muy importante, pero parte al fin de un proyecto que podríamos intitular España. A principios del 2001 me empezó a picar la idea de ir a España a ver  qué onda. Lo charlamos con Sol, mi actual señora esposa, y decidimos que no era tan mala idea. Por esas épocas yo estaba en Rosario, exponía con bastante frecuencia, ganaba algún premio y era una suerte de celebrity menor de la escena artística rosarina de aquel entonces. Había llegado a Buenos Aires, también. Me propusieron de Fundación Klemm hacer una muestra individual allá. La hice, todo genial, notas en el Página, Clarín, La Nación, Ambito Financiero y algún otro medio menos conocido. No te digo que estaba en la cima, pero andaba contento con eso. Pero no vendía un miserable cuadro. En la muestra de Klemm no vendí nada de nada y se suponía que ahí iba a vender. La cuestión fue que el viaje que ya estaba decidido cobró más sentido todavía. Con Sol nos casamos en Buenos Aires y partimos para España. La idea era combinar la luna de miel con la búsqueda de algún horizonte profesional en el campo del arte. En aquel momento en España había una política cultural interesantísima, montones de lugares para exponer y presupuestos públicos desconocidos para lo que era nuestra realidad argentina. La idea era mostrar mis carpetas de trabajos en algunas galerías a ver si a alguna le interesaba mi pintura. Una pintora de Rosario, de mucho renombre, Beba Suardi (esa señora con la que estuve hablando aquel día en la galería) me pasó unas cuantas direcciones y unos cuantos nombres para que vaya a ver en Madrid. Así que con mi carpetita de imágenes dislocadas recorrí algunas galerías que me dijeron "muy bonito, pero no es la línea minimalista conceptual que seguimos aquí... deberías ir a Valencia que allí lo tuyo podría interesar. Varios me dijeron más o menos lo mismo. Un artista rosarino exiliado en los '70 -Oscar Manesi, fallecido hace un tiempo- me pasó algunas direcciones en Valencia y me alentó también a ir allí. Lo que yo hago, figurativo, colores estridentes, irónico, etc. al parecer tenía cierta conexión con el arte valenciano de los últimos 40 años. De hecho uno de mis referentes y una de mis influencias más fuertes era Equipo Crónica que casualmente era de Valencia y que combinaba imágenes pop con crítica política y reflexiones sobre la historia del arte. Además de la tradición de las Fallas y por otro lado lo que se estaba haciendo allí en ese momento, con artistas como Gabriel Alonso y otros que fui descubriendo más adelante. 
Finalmente y luego de recorrer gran parte del Norte de España con intención turístico-artístico (museos, galerías y exposiciones) llegamos a Valencia. Dos galerías se interesaron en lo que yo hacía. En particular sintonizamos instantáneamente con Nacho Valle, el director y dueño de la Galería Valle-Ortí, una galería tradicional de Valencia que hacía poco tiempo había cambiado hacia un perfil más contemporáneo. En una charla muy divertida cerramos un acuerdo para hacer una exposición en unos meses. Firmamos un contrato muy ventajoso para mí (no lo podía creer) con porcentajes lógicos y catálogos y afiches a cargo de la galería. Cuestión que volvimos a la Argentina y buscamos varias de las obras que yo tenía en Rosario y Buenos Aires y volvimos a España. Unos tíos míos de Murcia nos prestaron un departamento que usaban para veranear en el Mediterráneo para que usara de taller durante el invierno y ahí nos acomodamos y yo empecé a pintar como loco. La muestra en Valencia funcionó muy bien y vendí bastante. Además el galerista me empezó a promocionar junto con otros artistas de su galería y nos llevó a exponer por varios lugares, centros culturales y eventos públicos de diferente calaña, incluído un festival de Rock en la Plaza de Toros de Albacete, una cosa rarísima con barra libre y demás excesos. Creo que me zarpé en el relato... Para redondear la cosa, le redondeo: En Valencia hice dos exposiciones individuales, una en 2002 y otra en 2003. Hice unas cuantas colectivas en varias ciudades en eventos de diferente naturaleza y la galería llevó mi obra a distintas ferias de arte entre ellas la más importante del mundo de habla hispana y de las más importantes del mundo, la Feria ARCO de Madrid. En Valencia conocí a varios artistas con los que sintonicé e intercambiamos experiencias y cosas, en especial Lluís un chico más joven que yo con el que hicimos algunas cosas juntos. También trabajé en gráfica y como encargado de la galería cuando el dueño viajaba.
Vivíamos en un departamento muy antiguo alquilado que medio se caía a pedazos pero que era divino. El problema es que mis papeles de residencia me daban problemas. Desde que llegamos a España me puse a trabajar en ello, abogados, presentaciones, papeleo y más papeleo, pero el asunto tardaba demasiado en resolverse. Una larga historia en ese sentido. Hice una muestra individual más en Barcelona en 2004 en una galería de la calle Concell de Cent, que es como la calle de las galerías. Igual las cosas en la Península no estaban del todo bien, el trabajo escaseaba un poco y los papeles iban lentos... En ese momento surgió desde la argentina una posibilidad de volver, pero al sur, a hacernos cargo de unas cabañas de mi suegro que se había quedado sin cuidadores. Así que volvimos del sueño español y entramos al sueño patagónico. Yo desde chico quise vivir en Bariloche, de adoelescente, de joven... Muchos han soñado con eso, con una casa con 10 pinos... Fumar o dibujar... un poco poner en práctica el disco de Manal, pero de una manera viable. Empecé a trabajar dando clases particulares, en una escuela de arte, empecé a dar clínicas y demás. A la vez me puse a pintar de nuevo, con taller y lugar para hacerlo. Aquí en Bariloche conocí un montón de artistas súper talentosos con los que he expuesto muchas veces, expuse individualmente un par de veces y de a dos otras tantes. Soy vocal suplente de la AAPB, Asociación de Artistas Plásticos de Bariloche, entidad que no para de luchar para difundir la actividad y cuya labor es muy difícil ya que las políticas culturales de la administración pública local son inexistentes en el mejor de los casos y directamente hostiles hacia la cultura últimamente. Si querés te cuento más porque es surrealista.
Desde 2007 vengo exponiendo individualmente cada dos años en Rosario, 2009, 2011 y 2013. En Rosario me reciben muy bien y no tienen que padecerme todo el tiempo. Allí están mis coleccionistas más fieles, aunque en Baires también tengo algunos que compran bastante.