sábado, 24 de noviembre de 2012

Champaña degollado



San Nicolás fue escenario de un evento único. 15 clientes de la vinoteca Dionisio, de Mariano Onaindi, participaron del destapado de una botella de champagne de la bodega Cicchitti que todavía estaba sin degollar y que en los próximos días saldrá al mercado. Ocurrió en Shisa Sushi, el restaurant del Chino Matían Casco. La ceremonia estuvo a cargo del joven winemaker de 26 años José Cicchitti, hijo de Pepe. El pibe, que ya elaboró su primer Chardonnay, explicó en que consiste el degollado de una botella de champaña. El champaña, o espumante, para no alterar a los franceses de la zona que le dio nombre a la bebida, es un vino gasificado naturalmente. Es decir, al vino elaborado se le agregan levaduras y un líquido azucarado (licor de expedición), se lo tapara con tapa corona y se lo deja fermentar. Las levaduras se alimentan del líquido azucarado y eliminan alcohol y gas carbónico que queda retenido en las botellas en forma de burbujas. Cuando las levaduras terminaron de comer, mueren y deambulando por el espumante, lo enturbian. Después se clarifica y se convierte en el espumante que conocemos. Esta botella, tapada con tapa corona, fue la que se abrió en el evento. Algo muy interesante que el consumidor rara vez puede degustar, ya que es una tarea de bodegueros. Para agregarle interés a la cata se la comparó con el mismo espumante ya terminado. Es notable percibir las diferencias entre uno y otro. Al primero le faltaba aroma y sabor. El segundo había evolucionado notablemente.

Durante la cena también probamos el Sangiovese 2011. Esta uva está muy vinculada a la bodega, que logra un vino de tonalidades bastante más oscuras que los tradicionales y de aromas y sabor intensos. Esto se debe a la sangría de casi un 50% a la que someten al mosto en maceración. La sangría es un procedimiento que consiste en sacar un porcentaje de mosto (jugo) para que haya una mayor contacto de ese mosto con el orujo (cáscara) y por lo tanto mayor transferencia de los componentes del orujo, que son los que le dan color, aroma y sabor.
La mayoría de los vinos de Cicchitti tienen sangría. Con el mosto coloreado al mínimo lo que extraen elaboran un rosado heavy, así le llaman, ya que más que rosado es un clarete, también muy aromático, sobre todo aromas a manteca, ya que la fermentación maloláctica la hacen en barricas de roble.
Otra agradable sorpresa fue el Chardonnay 2012 elaborado por José Cicchitti hijo, distinto a todos los Chardonnay conocidos, con un pronunciado aroma a banana, uno de los descriptores característicos de la variedad.
Por último cometimos el sacrilegio de destapar una botella del Pinot 2011, elaborado con un pequeño porcentaje de Merlot, que, cuando Pepe Cicchitti visitó la vinotera Dionisio, le agregó con fibrón a la etiqueta que le dejó a Mariano, “abrir en 2013”. Y si, le falta un añito, pero el aroma a sudor de caballo ya está presente y se nota que tiene larga vida.