Durante un poco más de un año miré la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, donde nací y me crié, a través del lente de la cámara de fotos de mi smartphone. Una mirada particular, un punto de vista, uno más entre muchos. Invité a otro grupo de nicoleños –nacidos o criados, con los cuales comparto su modo de observar el entorno y ponerlo en palabras– a que eligieran una de esas fotografías y escribieran el texto que les sugiriera. El resultado fue una mirada a trasluz, donde cada uno vive en el texto y a través suyo se recrea la ciudad, real o imaginada.
Así llegamos a estos “epígrafes" de escenas nicoleñas. San Nicolás se multiplicó con su inmigración y sus emigrados. Algunos de ellos vuelven en estas páginas para ensayar una mirada de la ciudad. Una ciudad es una esquina, donde confluyen múltiples narraciones. Escribimos sobre lo que ya no está y así toda ciudad se construye sobre las huellas de su propio pasado. Solo la narración la devuelve al presente. Seríamos ingenuos (o falaces) si creyéramos que estos relatos reconstruyen una determinada ciudad. Sería mejor pensar que hay muchas ciudades en una y todas están hechas con los olvidos que los relatos no expresan.
Así llegamos a estos “epígrafes" de escenas nicoleñas. San Nicolás se multiplicó con su inmigración y sus emigrados. Algunos de ellos vuelven en estas páginas para ensayar una mirada de la ciudad. Una ciudad es una esquina, donde confluyen múltiples narraciones. Escribimos sobre lo que ya no está y así toda ciudad se construye sobre las huellas de su propio pasado. Solo la narración la devuelve al presente. Seríamos ingenuos (o falaces) si creyéramos que estos relatos reconstruyen una determinada ciudad. Sería mejor pensar que hay muchas ciudades en una y todas están hechas con los olvidos que los relatos no expresan.
El libro fue editado en formato epub y es la lectura recomendada.
También está en pdf (sin embargo vale la pena hacer el esfuerzo por leerlo en epub)